
LA MAGIA DE LOS REYES MAGOS
Pleamar pensaba que había muerto la magia.
Años de pandemia y una teórica postpandemia, nostalgias acumuladas en un corazón que envejecía.
Los nuevos tiempos se presentaban fríos y automáticos, la humanidad se hacía añicos bajo el yugo de una inteligencia artificial que acaparaba todos los campos.
Desde su puesto en el mar no conseguía oír el canto de las inmortales sirenas.
Sentía que no encajaba en un mundo cada vez más parecido a un cuento de ciencia ficción.
Pero quedaba mucho, solo había que saber rescatarlo, atesorarlo y convertirlo en la sabia que iluminaba los momentos oscuros.
El valor de las sonrisas sinceras, el tesoro del cariño y el amor verdaderos, reencuentros inesperados, comidas y cenas en familia, sabor y olor a hogar.
Saber que tras el odio, la malidicencia, la indiferencia y las decepciones, existe aún la magia, escondida en la cosas pequeñas, en breves instantes que son como el carburante que reaviva tu vida, tus sueños y tus esperanzas.
Existe la magia, solo hay que saber encontrarla, vivirla y… atesorarla.
Feliz noche de reyes.