Dame lápiz y papel y escribiré…
Escribiré cualquier cosa, pero escribiré.
Bajo el cobijo de un cielo muy azul perfectamente decorado con nubes muy blancas, el ligero y suave sonido de olas rompientes que susurran acariciantes viejas melodías sobre oídos ávidos de viejas y eternas historias. Oídos que ya no son jóvenes, pero que rejuvenecen al compás de esa suave melodía que llega del mar y que trae consigo antiguos y casi olvidados recuerdos, historias lejanas de un tiempo en que soñar era un hábito cotidiano, cuando la vida se extendía sin límites y todo parecía futuro. El presente era un puente hacia ese futuro y apenas existía el pasado, cuando la libertad se escribía con letras mayúsculas y nos sentíamos libres, aunque tal vez no lo fuéramos.
Y ahora escribo con papel y lápiz
Escribo lo que mi alma me dicta y mi corazón necesita.
Y descubro de pronto que aún puedo soñar, que mi imaginación todavía puede volar, y el futuro se ve como una eternidad.
Y escribo por mí y para mí, pero también para quien quiera leer, sentir, soñar…
Sin prejuicios ni delirios, sin susceptibilidades ni connotaciones ni absurdas teorías de confabulaciones ni razones ocultas…
Y vuelo sobre un cielo muy azul decorado con nubes muy blancas, el ligero y suave sonido de olas rompientes que susurran acariciantes viejas melodías sobre oídos ávidos de viejas y eternas historias.
Vuelo y vuelo y observo un mundo que desaparece mientras asistimos impávidos e impotentes a un derrumbe que a veces duele y a veces no. Tiempos en los que a menudo sentimos que ya no encajamos, algunos…
Y vuelo, y me dejo llevar por el aire que alborota mi pelo bajo un sol que abrasa mi piel. Y a ratos camino en su dirección y a ratos voy contra él, aferrada a una idea y a un destino, determinada a lograr cualquier objetivo, y entonces siento que el desafío es más grande y los logros más gratificantes.
Dame lápiz y papel y escribiré.
Escribiré lo que mi alma me dicta y mi corazón me pide.
Libre…
Existen personas capaces de crear magia incluso sin que sea ese su objetivo. Magos no profesionales capaces de dibujar una sonrisa en tu rostro en los momentos más inesperados, transformar la tristeza, nostalgia, melancolía y pesimismo en esperanza. Quienes hacen latir tu corazón y te recuerdan que aún hay vida y que existe el amor. Quienes con un solo gesto son capaces de convertir las noches en días, el frío en calor, la oscuridad en luz. En eso pienso, en todas esas personas a las que amo, las que están cerca, las que están lejos, las que no están…
Escrito el 26 de diciembre de 2015