Once de abril
Una llamada perdida
Temor. ¿Acaso mis temores, mis pesadillas se cumplen?
Confirmación y llanto.
Todo un día postrada en el sofá, llorando, mientras miles de imágenes inundan mi mente.
La belleza del ayer, la esperanza del mañana.
No podemos seguir enfundados en esa máscara humana que tanto nos roba.
Confirmé que era así, lo que siempre supe
Nada hay más fuerte que el amor
Que a menudo es condicionado, pero muchas veces incondicional, verdadero
El amor, como el ave Fénix, renace de sus cenizas
Pero no solo es eso
Crece, se multiplica.
La llama del amor sigue viva, lo seguirá estando
Mientras me quede un soplo de aliento, en la balanza, siempre vencerá el amor
Porque el amor es lo más fuerte, porque el amor lo puede todo
Porque el amor no se elige, existe y… cuando es de verdad… nunca muere.
Hace dos años, en pleno confinamiento, cuando todo era oscuridad, caos y confusión.