El cielo eligió su traje gris
Oscuros nubarrones se cernían sobre ti
Días sin tregua, lluvia a raudales
Y mientras tanto tú intentando dibujar un arcoíris que apenas se puede distinguir sobre ese cielo que perdió su color habitual, pese a empeñarte en dibujarlo con brillantes colores
No intentes abrir esas puertas herméticamente cerradas que decidieron cerrarse para siempre, ni que resurja el olmo viejo hendido por el rayo
No quieras respuestas a todas las preguntas que flotan en el aire, existe lo inexplicable y no siempre dos más dos dan como resultado cuatro
Estudios biométricos mientas se proyecta una película de ciencia ficción que a partir de la segunda parte se convierte en una película de terror
El aire se lleva las palabras que se dijeron y las que jamás se pronunciaron
Almas vulnerables envueltas en acero, juguetes de cartón bailando al compás de melodías extrañas
Nada es lo que fue o tal vez lo que tú creíste que fue
Desde tu búnker de metal observas lo que siempre temiste observar
El silencio oculta terribles misterios, tu alma de niña se convierte en adulta
Miles de caminos parecen abrirse pero no sabes muy bien si, al igual que ocurrió con los otros, se irán difuminando y borrando y de pronto te sentirás sola, invisible, olvidada como un viejo trasto bajo un cielo que llora a raudales y que eligió su traje gris para estar en consonancia con un mundo que también es gris
