ELLA
Ella no es de fútbol ni de toros.
Lo suyo es tomar un café en buena compañía en una cafetería de estilo antiguo.
Dejar que la conversación fluya mientras contempla, a través de un cristal empañado, a los viandantes ateridos de frío.
Ella no es de grandes multitudes, lo suyo es la gente que es de verdad y todo lo que es auténtico y genuíno, firme, como el tronco de un árbol bien amarrado a la tierra.